POR EL LIBRO, VV.AA.
DIEZ MIRADAS, VV.AA.
Cada uno de
nosotros, lectores discontinuos de ese género tan difícil y agradecido como es el
cuento, tenemos en nuestro archivo de preferencias unos cuantos relatos que han
marcado nuestra trayectoria lectora. No sé si les habrá ocurrido, pero hay
pocas experiencias lectoras más satisfactorias que dejarse llevar por un buen
relato, por las expectativas que genera, hacia un final más o menos previsible.
Entonces, la lectora o el lector suspiran y afirman algo así como “qué cuento
más extraordinario”. Eso me ha pasado con libros como Música para camaleones, de Truman Capote; Alguien te observa en secreto, de Ignacio Martínez de Pisón; Tantos
ángeles rotos, de Miguel Sánchez Robles, con algunos del olvidado Francisco
García Pavón, de Sergi Pàmies, Javier Sáez de Ibarra, Pilar Adón y, sobre todo,
con cuentos desperdigados en magníficas antologías de relatos.
Hoy traigo a esta colmena de recomendaciones,
solo dos celdillas, dos libros cuyo denominador común consiste en que se tratan
de cuentos relacionados con el acto de leer, con la fascinación que la lectura
ejerce. Por una lado, rescato un libro “antiguo”, editado por la
desgraciadamente ya desaparecida editorial Everest, titulado Por el libro. En él, recuerdo que leí
algunos cuentos magníficos, pero siguen flotando en mi recuerdo uno de Paco
Abril, titulado “Lector anónimo”, en el que escritor asturiano da voz a un joven que
declara sentirse lector, para lo cual tiene que asumir algún que otro riesgo en
un ambiente familiar hostil. Y, por otro, lado, recomiendo dos magníficos
cuentos incluidos en el libro Diez
miradas: uno de César Mallorquí,
titulado “El
cerebro del profesor Vázquez”, extraordinario por su humanidad y sencillez, y
que narra con suma perfección el sentimiento de orfandad afectiva de un profesor,
quien al final de su vida recibe el agradecimiento del médico que le salva la vida
y que resulta ser un antiguo alumno suyo; y otro, no menos intenso y poético, “El
mar no tiene sueño”, de Fernando J. López, quien muestra el eterno debate entre
la realidad y los deseos a partir de la insatisfacción de un joven que se busca
porque no sabe hacia dónde ir ni qué hacer con su vida. La poesía, en este
caso, le ayudará a encontrarse.
En fin, dos libritos para amantes del relato y
de la lectura.
Julián Montesinos Ruiz
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